Ya no sé qué siento, ni qué digo, ni por qué lloro. Mi cabeza retumba una, dos y tres veces cada día. Las ideas me dan mil vueltas, la soledad me rodea.
Cuando millones de preguntas llegan a mi cabeza y lo único que quiero hacer es escapar y huir de estos problemas, de tanta mierda.
El cansancio y sufrimiento ya es rutina en mi vida y tan solo quiero que se acabe esta mala época, otra más. Ya no es ni un día, ni una semana, son ya meses. Meses y meses en los que caes en el olvido, en los que has perdido el rumbo.
Tú dando tanto, tú recibiendo tan poco, ¿qué fue de aquellos que me juraron amor eterno? Tan solo queda el vacío, ni un misero dedo puedo contar de lo que aún están conmigo.
Es frustrante y doloroso. Recuerdo en la lejanía cuando era feliz. Tan solo te quieren para jugar y divertirse un rato contigo.
Derecha o izquierda, tengo que dar un paso, tengo que elegir un camino, no sé si hago bien o mal, no sé cual es el camino a la felicidad.
Tan solo soy una mísera persona que se hace ilusiones y luego es sustituida por otra.
Y aún no he expresado lo que siento.
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